lunes, 7 de julio de 2008

Como fue que se decidió fundar Colón

Cuando se creó la Escuela Normal en 1910 los alumnos del primer curso fundaron un club que pusieron bajo la protección del cometa Halley. Con el nombre de “El Cometa F. B. C.” practicó deporte en la manzana que la sucesión Iriondo cedió a la Escuela Normal para plaza de ejercicios físicos.

En el mes de Julio del año 1911 cambió su nombre por el de “Estudiantes” y desde ese momento se inicia una verdadera era de prosperidad. Son sus dirigentes e integran su equipo alumnos del curso normal, aquella entusiasta muchachada que al amparo de una amable y corpulenta higuera preparaban durante los recreos, los partidos del próximo domingo. Era un cuadro fuerte que podía medirse con éxito con los mejores cuadros del departamento. Por esta causa, fueron ingresando a la sociedad personas extrañas al ámbito estudiantil que bien pronto constituyeron un grupo numéricamente respetable.

La condición de los nuevos asociados exigió un cambio fundamentalmente en los procedimientos directivos. Además el nombre no respondía integralmente al espíritu del club y se creyó conveniente adoptar una nueva designación que estuviera más de acuerdo con la nueva situación social.

Para considerar tan importante asunto se convocó a asamblea general de socios, la que tuvo lugar el 1° de mayo de 1912 en el domicilio de los estudiantes Juan y Ángel Mantovani. En la entusiasta reunión fue propuesto el nombre de “Colón F. B. C.” para algunos por Juan Mantovani y según otros por Horacio Francou que apoyó el nombre con todo calor y entusiasmo, logrando hacer triunfar su propuesta. Francou propuso “Colón” como homenaje a su ciudad natal.

Pocos son los estudiantes del tiempo viejo de la Escuela Normal que no hayan vestido alguna vez la casaca rojiblanca. Ellos fueron los que le dieron durante muchos años esa fisonomía de juventud bullanguera y fuerte que le hizo popular en las poblaciones cercanas donde una visita de Colón significaba un día de fiesta. Es que en aquella época había mucho corazón y deporte en el deporte mismo.


Agradezco a “Meco” Panigo, un gran colonista.